lunes, 23 de junio de 2008

EDUCACIÓN Y SU DESAFÍO COMO FUNDAMENTO PARA APRENDER A PENSAR

Daniel Neira Troncoso



INTRODUCCIÓN.

Alrededor de los años sesenta del recién terminado siglo XX, dos factores importantes afectan a la educación. Por un lado la, cada vez más fuerte, influencia de las nuevas tecnologías aplicadas a la instrucción. Por el otro, un creciente interés por parte de la comunidad científico-social, integrada por psicólogos, sociólogos, economistas, historiadores, filósofos y otros estudiosos del tema, la cual dirige su atención a los temas educativos, dando paso a una verdadera explosión de ciencias, especificadas por el genitivo de “educación”.

Surgen así múltiples trabajos sobre economía de la educación, sociología de la educación, psicología de la educación; producción facilitada por la organización de las Universidades en diferentes facultades las cuales descubren una nueva veta al empezar a privilegiar y desarrollar el estudio de la educación, un campo interesante, fructífero y a la vez amplio como para dar cabida a las numerosas interpretaciones acerca de su quehacer.

Un efecto de esta situación, es que en el decenio 1960-1970 se propone que se sustituya la denominación “pedagogía” por la de “Ciencias de la Educación”. La idea tuvo acogida inmediata y en diversas universidades del mundo, en especial en Europa, las secciones y departamentos de pedagogía, pasan a llamarse de inmediato de Ciencias de la Educación, potenciando de este modo las antiguas escuelas de pedagogía.

EL CONCEPTO DE EDUCACIÓN Y EL ESTUDIO DEL ROL DE LOS MODELOS EN EL PENSAMIENTO

En dicho contexto y período temporal, aparece Marc Belth quien publica su pensamiento en el Libro “La Educación como una disciplina científica” título original “Education as a Discipline - A study of the role of models in thinking, publicada en 1965. Aunque su obra se preocupa fundamentalmente de que la educación sea considerada de acuerdo al título una disciplina científica, su pensamiento es inspirador para argumentar a favor de la tarea fundamental de la educación como fundamento para aprender a pensar, un objetivo valioso que va en consonancia con la calidad y potencialidad del ser humano.

En su trabajo, destaca que educación tiene que ver con aprender a pensar ya que se observa que cuando el hombre tiene la experiencia de un hecho, propone una teoría y a partir de esta constituye un modelo por medio del cual explica el suceso. De esta forma de manera consciente o inconsciente, establece una relación comparativa entre algo que acaba de experimentar y algo que conoce bien. En dicha relación atribuye las propiedades de lo que conoce a los hechos que está tratando de explicar.
Extrapolando, se percibe que este constituye el procedimiento utilizado por todos los hombres para comprenderse a si mismos y al mundo. También se emplea a fin de transmitir a otros, informaciones y modos de ver las cosas de la forma que lo hacen las instituciones educacionales.
Un ejemplo lo constituye aquel donde el hombre primitivo explica a los miembros de su tribu como planeó y llevó a cabo la destrucción de su enemigo, y usa para ello el lobo como modelo. En su descripción se observa que son empleadas todas las propiedades del comportamiento de un lobo.
En un nivel más complejo, Newton explicó la complejidad del mundo haciéndolo semejante a la geometría de Euclides.

Se desprende entonces, que a partir de esta orientación, la educación debe realizar el mismo procedimiento ya que de no hacerlo se quedaría confinada a lo directo, inmediato y mecánico. En otras palabras la educación quedaría reducida a una acción de simple repetición sin perspectiva, lo cual llevaría a la práctica de un mero oficio. En este punto se debe destacar que, por ejemplo, a nivel de la educación técnico profesional, no se está negando la funcionalidad de un oficio, solamente que si se agrega el ingrediente fundamental de aprender a pensar, la educación estaría cumpliendo su verdadero rol, de lo contrario se vería reducida a la condición de instrucción.

En consonancia con lo anterior, educar consiste en trasmitir los modelos por los cuales el mundo es explicable. Esto debido a que el mundo siempre es observado e interpretado a través de un sistema conceptual, aunque no se tenga conciencia de ello. Estos modelos reciben nombres diferentes tales como filosofías de vida, sistemas políticos, económicos. Pero un modelo o patrón también puede ser una palabra, un diseño, un plan, una imagen.

Desde esta perspectiva, el ser humano realiza una constante modelación tomando elementos de diferentes partes: de lo observado, de lo que ha sentido, soñado, mezclando elementos reales y no reales y en esta acción se conjugan elementos que no se pueden separar. Estos elementos integrados, constituyen un sistema que determina los poderes humanos de la observación y de la comprensión. En otras palabras lo que el hombre ve en la realidad cotidiana es lo que su agrupación sistemática previa le permite percibir, en otras palabras, los significados de los hechos de la vida cotidiana y vivencia son percibidos y derivados enteramente de su estructura previa, o de los modelos de realidad a través de los cuales el hombre ve al mundo. Por esta razón se debe entender que cualquiera sea el objeto de estudio del hombre, lo que este hace verdaderamente es estar investigando algún aspecto de la realidad tal cual se le revela a través del modelo teórico que el utiliza.

Así, los modelos son las ventanas a través de las cuales vemos al mundo y que hacen que este mundo sea significativo en función de estas ventanas.

El reconocer el papel del modelo en el pensamiento, en la experiencia y en la imaginación significa afirmar que el estudio de la educación debe tener como tema la constitución y el uso de los modelos y el efecto de ellos en la experiencia de los seres humanos al igual que la capacidad de generar sus pensamientos.

El entender la importancia del modelo o de la estructura de la teoría nos lleva a comprender que la materia fundamental de la educación es el modelo según el cual se halla organizado el conocimiento a través del cual este se transmite y se extiende a través de sus instancias educativas.

Desde esta perspectiva la educación puede desarrollar su propia base científica al descubrir la estructura de los procedimientos educacionales, conociendo el funcionamiento de la educación en cuanto esta se identifica como la acción de desarrollar en la persona la capacidad de pensar.

De este modo, para que la acción de la educación efectivamente logre el desarrollo de los poderes humanos para aprender a pensar, debe considerar los siguientes criterios:

1. El nivel de abstracción de los conceptos que utiliza y de los cuales se ocupa la educación.

Se debe reconocer que la Educación opera en planos distintos al de las otras ciencias, ya que la educación trata de la relación entre los conceptos y las aptitudes promovidas en los educandos y de los métodos de formación de conceptos como creaciones de la inteligencia.
Se preocupa no tanto en el mérito de las ideas particulares y en su relación en el contexto con la experiencia, como en la metodología del pensamiento, del cual son consecuencia las ideas mismas.
Es interesante observar en este punto que la mayoría de las instituciones educativas se preocupan del conocimiento. Pero este conocimiento tiene un contenido y también una estructura y lo que se visualiza como práctica regular de las instituciones educativas es fundamentalmente una preocupación con el contenido pero no con la estructura de este conocimiento lo cual es justamente lo que el alumno necesita para poder desarrollar su poder de pensar.

Es por esto que la Educación no puede ser comparada con la Filosofía, Psicología o Sociología ya que la educación se debe ocupar fundamentalmente, de los procedimientos para desarrollar o crear las ideas que cada una de estas disciplinas utiliza al realizar sus propias actividades, acción que naturalmente va en consonancia con el conocer los contenidos resultantes de los modelos utilizados por dichas disciplinas o ciencias.

Por tanto, el nivel de abstracción de la Educación queda determinado por los métodos mediante los cuales se producen, se verifican y recrean las ideas y por eso se llama método de inteligencia.

2. Los modos de pensamiento que caracterizan a la educación.

El pensamiento educacional tiene una cualidad propia, ya que aquí el pensamiento no se dirige tanto a la lógica de las relaciones entre conceptos ni a los juicios acerca del mundo de la experiencia, sino que a los modelos de pensamiento que entran en el proceso de razonamiento, a los juicios que resultan y a la forma y alcance y cualidad de las experiencia que los modelos hacen posible.

Esto es distinto a los procedimientos comunes a todas las disciplinas y que son investigación, descripción, explicación, razonamiento y creación.

La educación difiere de estas disciplinas por los modos de pensamiento que utiliza ya que el estudio de la educación se ocupa en posibilitar nuevos modos de:

 descripción,
 investigación,
 explicación,
 razonamiento y
 creación.

En adición la educación trata de averiguar las maneras en que estos nuevos modos conducen al desarrollo de aptitudes y producen en cada hombre capacidades particulares.

Por tanto el pensamiento educacional debe reflexionar acerca de las maneras en que se producen, alteran, verifican y modifican en cualquier sentido los modelos mismos porque este es el fundamento para aprender a pensar

3. Los objetivos que persigue la educación.

El objetivo de estudio de la educación debe ser el de desarrollar los métodos de investigación y creación por los cuales la ciencia, la matemática y la filosofía realizan sus funciones y persiguen sus metas. Esto a diferencia del objetivo de la ciencia que es el desarrollo de leyes y teorías mediante las cuales se puedan formular enunciados verdaderos acerca del mundo tal como se experimenta o se espera experimentar.

De este modo se es posible aclara la confusión existente en el campo de los fines educacionales los cuales quedan sumergidos en la confusión entre educación, enseñanza e instrucción. Por ejemplo, en una democracia, como es el caso de Chile, las escuelas se ocupan de desarrollar la inteligencia en un contexto de libertad para pensar y actuar. Así, uno de sus fines es producir individuos que se autodeterminen y que puedan emprender sus propias búsquedas y tomar decisiones independientes. Este es un objetivo importante y valioso, pero difiere de los fines propiamente educacionales porque la educación no solo tiene como objetivo desarrollar un conocimiento de estos conceptos, sino que se propone algo mucho más importante el cual es fomentar la capacidad de examinar como se llegó a ellos y de que manera pueden ser verificados, a la vez que incrementar el conocimiento y la destreza necesarios para crear nuevos significados y relaciones.


4. Los tipos y manifestaciones de las normas morales por las cuales la educación es limitada y evaluada.

Como norma general la educación, al igual que otras disciplinas científicas descansa sobre un conjunto básico de reglas que le permiten realizar sus funciones específicas, o sea principios morales que fijan los límites aceptables de su acción.
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La dimensión moral de la educación está dada por la obligación de perseguir sus objetivos propios rechazando las exigencias de cualquier tipo de presión exterior. En otras palabras la educación, la cual mantiene con la sociedad una relación sumamente compleja, debe tomar en cuenta que sus consecuencias se manifiestan en la vida social de los hombres y debe por tanto contar con una completa libertad en el estudio mismo sin que se atienda a los objetivos, necesidades y obligaciones que la sociedad le ha impuesto. Esto daría libertad moral a la educación, permitiéndole desligarse de algún sistema de normas dentro de cuyo contexto y en forma externa, por ejemplo, se imponen ciertas lecturas y se prohíben otras; donde se estudia solamente la visión occidental en desmedro del aporte de otras civilizaciones. Esto también se aplica al dominio de las ciencias donde podría considerarse casi una “herejía” el desafiar el orden establecido y determinado para hacer ciencia. Un ejemplo podría servir en el ámbito matemático cuyo pensamiento exige el deducir conclusiones de axiomas, los cuales en si no son ni deben ser objeto de investigación y por tanto su cuestionamiento no es posible.
Por tanto, la mejor definición de la obligación moral del estudio de la educación es aquella en la que se incluye su deber de investigar y exponer todo sistema de indagación y explicación, cualquiera sea quien lo emplee y en todo lugar donde lo efectúe.
En tal situación es correcto afirmar que solo la educación tiene el deber de establecer sus propias reglas de operar

PREGUNTAS DESAFIANTES.

Surge de este modo una situación nueva einteresante donde se pueden empezar a identificar preguntas tales como:

 ¿Es una teoría educacional tan buena como cualquier otra?
 Educacionalmente hablando ¿tenemos donde elegir?
 ¿Tendrán que realizarse todas nuestras decisiones sobre la base de creencias y conocimientos derivados solamente de la herencia social o de la búsqueda de un determinado campo de investigación?

Especialmente importante es esta última pregunta ya que si su repuesta fuese afirmativa, la sociedad y el individuo estarían frente a un gran peligro, debido al hecho de que las interpretaciones y creencias que se tienen y el conocimiento que deriva de las indagaciones depende de la educación recibida. Si, por ejemplo, esta educación fuera errónea, todo estaría equivocado dado que si la educación en si, derivara de su propia consecuencia, se estaría frente a un círculo vicioso.

Desde esta perspectiva el afirmar la importancia de la educación pasa por los siguientes puntos:

 Llegar a una indagación de la disciplina de la educación en desarrollo, en la forma de un análisis lógico de la estructura de la actividad en si, en sus propios términos. Por ejemplo si la meta es la ciudadanía y/o la individualidad, se debe primeramente analizar el contenido del concepto para extraer de él la conducta apropiada para el aula. Ahora si el propósito es el desarrollo de la armonía con las fuerzas naturales y el control sobre ellas. Se supone, entonces que el estudio de la naturaleza entregará información de como debe ser la labor escolar.

 La educación debe desarrollar y comprometerse en el campo claramente definido por ella y con un modo de investigación que sea exclusivamente
 distintivo,
 teorético,
 auto correctivo,
 orientado hacia el intelecto.

 Se debe superar el error de buscar la estructura y la función del proceso educativo en sus empleos apriorísticos supuestos (funcionalidad). En el caso de la educación, la imposición de obligaciones externas (morales) sobre las indagaciones del hombre, le ha impedido explorar a fondo temas considerados como conflictivos. Por ejemplo temas de espiritualidad desde una perspectiva amplia no religiosa proveniente de antiguas tradiciones del oriente.

Esta perspectiva considera la afirmación del hecho que cada ciencia, en su momento, al igual que las artes y los estudios del hombre, ha debido desprenderse de esta dominación mediante un concepto avanzado de las necesidades o intereses humanos expresados de “un modo natural.

Por tanto la educación, debería desprenderse de la teleología proyectada sobre la naturaleza o el hombre ya que todo aquello que derive de la naturaleza del hombre, de la naturaleza en sí, o de cualquier institución establecida, es lisa y llanamente tema de estudio y no de aceptación axiomática.

 Un punto interesante es el reconocimiento de que la necesidad de las necesidades de una cultura dada, no establecen la estructura y la función del proceso educacional. Solo constituyen una guía para encontrar un mejor empleo de aquello que, de hecho, no depende de las necesidades. Las necesidades son solo índices de la estructura de los acontecimientos. Por esta razón y a fin de que los seres humanos ejerzan autoridad en el desarrollo de los procedimientos educacionales, para nutrir el carácter moral de la vida en comunidad, estos tienen la obligación de descubrir la estructura de tal procedimiento. Esta es una tarea que requiere un esfuerzo máximo ya que si se yerra en esta tarea, se estaría impidiendo el desarrollo de la verdadera cualidad moral de la vida cuyo perfeccionamiento es su intención.
Si simplemente se espera que las escuelas entreguen una moral determinada, un hombre inteligente, productivo, creativo que no conozca el significado de estos conceptos y de la manera en que se estructura la educación para producirlos, es condenarlo a una condición que nunca le permitirá contar con la seguridad de cumplir dichas metas.

 Se establece el funcionamiento del acto educacional cuando este se identifica como el acto de nutrir al individuo para darle el poder de pensar. Esto se explica cuando uno se da cuenta que el proceso del acto de pensar no ocurre o se desarrolla estableciendo primero lo que ha de pensarse. Todo el pensamiento es materia de investigación. Lo que se descubre puede ser empleado de modo acumulativo, pero las características del pensar son independientes de ello.

De este modo, la educación queda definida por su quehacer y que es el de ocuparse del desarrollo, análisis y empleo de teorías, hipótesis y modelos de los cuales procede el pensamiento. Los objetivos intelectuales de la educación son por tanto una cuestión de deducción lógica.

En la búsqueda del desarrollo de estos poderes intelectuales, los objetivos adicionales de la educación se vuelven deducibles. La determinación de lo que se ha de hacer proviene del análisis de los procesos que abarcan el crecimiento y se transforma en los procedimientos que adopta la escuela.

Esto se representa en la enseñanza por medio de los siguientes criterios educacionales:

1. Expansión: Un objetivo primordial educacional que la escuela debe emprender es la promoción de la expansión de la inteligencia.

2. Investigación: El direccionamiento de la expansión de la inteligencias proviene del desarrollo de las aptitudes de investigación de acuerdo a la siguiente idea:
a) Para investigar en lugares accesibles se necesita aprender a ver, escuchar y a atender con cuidado y perseverancia.
b) En lugares más allá de lo inmediato es necesario desarrollar la capacidad de leer y escribir y la de usar los símbolos de determinadas disciplinas a la vez que herramientas e instrumentos. El desarrollo de la eficiencia y de las destrezas debe ser en beneficio de la función investigadora.
c) Debe fomentarse la actitud de comparar, verificar y evaluar, de lo contrario la investigación será superficial. De no existir tal capacidad la investigación se convierte en un fin en si mismo.

3. Análisis: El interés de la educación es también el desarrollo de una aptitud analítica. La capacidad de descubrir estructuras y significados hace posible la modificación y el perfeccionamiento de las teorías y los modelos que heredamos. Tal capacidad es considerada como el logro intelectual más alto. Es el medio por el cual los hombres llegan a comprender las operaciones de la naturaleza, la consistencia y las relaciones de todo tipo quedan al descubierto para su ulterior investigación y manejo.


CONCLUSIÓN

La discusión sobre el status de ciencia de la educación no ha terminado ya que este se encuentra unido al desarrollo de las capacidades de pensamiento autónomo de los seres humanos. El pensamiento de Belth pareciera estar desarrollado para un sistema educativo muy diferente al de la realidad latinoamericana, sistema que tradicionalmente ha centrado su quehacer educativo en la entrega de contenidos evitando el análisis de los modelos que generan estos.
A fin de entender mejor este punto y estableciendo una similitud imaginaria en líneas gruesas con lo planteado por Bourdieu, se produce en el sistema educativo lo que este llama una “Arbitrariedad Cultural” debido a que el sistema educativo provoca como resultado en sus alumnos, prácticas habituales intelectuales, morales y laborales que ha denominado “habitus” y que perpetúan el poder social. Destaca de este modo Bourdieu. la imposición de prácticas pedagógicas, o sea la falta de libertad para pensar , lo que provoca un estado de “Violencia Simbólica”.
Es entendible entonces la importancia del aporte de Belth que el fundamento de la educación es lograr que los educandos aprendan a pensar ya que este argumento es uno de los más poderosos y válidos para el desarrollo del ser humano, el cual perdería tal condición si no se dedicara a desarrollar dicha capacidad de pensar y por tanto de ejercer acciones basadas en su inteligencia antes que en aquellas provistas por sistemas ideológicos, dogmáticos o contextos de adoctrinamiento que inhiben completamente su capacidad de expresión de pensamiento.
En alguna medida este aspecto lo propone en su trabajo el Prof. Paulo Freire quien postula que la Educación es un acto de práctica de la libertad y no de domesticación. Belth estima que la libertad del individuo se construye sobre sus facultades de pensar adecuadamente, libre de presiones sociales o pesos teleológicos, o necesidades de desarrollo de la cultura donde vive.

Libre el hombre de tales ataduras puede explorar con libertad la estructura del modelo en la cual se encuentra inserto, comprenderlo y hacer algo al respecto.

La aplicación del pensamiento de Belth no se ha detectado en nuestra realidad educativa la cual está siempre atenta a ideas funcionales y de aplicaciones metodológicas. Sin embargo el aspecto importante y destacable de esta teoría es la de valorar el desarrollo del pensamiento humano como función central de la educación. En esa perspectiva la educación podría ser verdaderamente considerada como un acto de libertad ya que el hombre que ya es, se hace en la acción de pensamiento, siendo dicho acto educativo el punto de partida de la acción educativa donde la doble dimensionalidad del ser afectiva y cognitiva permanecen indisolublemente unidas en el descubrimiento y desarrollo de sus capacidades de pensar “bien”. Esto último de gran importancia en las acciones formativas de profesionales docentes que realizan las Universidades en Chile. Este pensamiento, si es tomado en cuenta, permitiría que los futuros profesores vieran con mayor claridad y oportunidad la función de la educación a través del cultivo de sus conocimientos, desarrollo de habilidades, actitudes y valores en el contexto del desafío de aprender a pensar.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

1. Belth, Marc, “La Educación como disciplina científica”, Editorial el Ateneo, Buenos Aires, 1971.
.2. Bourdieu, Pierre, Passeron J.C. “La Reproducción: elementos para una teoría del sistema de enseñanza, Fontamara, México, 1998.
3. Bunge, Mario, “La Investigación Científica”, Ediciones Ariel, Barcelona, 1969.
3. Castillejo Brull, José Luis, “Teoría de la Educación”, Anaya 2, Madrid, 1981.
5. Durkheim, Emile., “Historia de la Educación y de las doctrinas pedagógicas”, Madrid, 1932.
6. Freire, Paulo, Pedagogía de la Autonomía: Saberes necesarios para la práctica educativa, Siglo XXI editores, Madrid, España 1996.

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