Prof. Daniel Neira Troncoso
Universidad de Concepción
INTRODUCCION
En un mundo que se encuentra en permanente cambio, es deseable revisar la permanencia de las grandes ideas de la educación. Este ensayo está orientado a introducir críticamente elementos comparativos del devenir de las diferentes teorías de la educación, en contraste con la perspectiva de la Educación como disciplina científica, de acuerdo a los postulados de Marc Belth , muchos de la cuales tienen vigencia y como tales posibles de ser considerados. Así este ensayo tiene raíces históricas en el siglo XX.
LA IDEA DE EDUCACION.
El análisis etimológico muestra que educación proviene morfológica y fonéticamente de “Educare” que significa conducir, guiar, orientar. Desde la perspectiva semántica contiene o recoge la versión de “Educere” que tiene la connotación de hacer salir, extraer, dar a luz. Esto ha permitido desde los inicios de esta actividad del hombre, la coexistencia de dos modelos conceptuales básicos:
Un modelo directivo o de intervención que se ajusta al término “Educare”.
Un modelo de desarrollo basado en la “extracción” consciente de las capacidades del educando que se ajusta al término “Educere”. Esto significa reconocer al hombre como centro del proceso educativo.
No obstante a pesar del consenso etimológico para la comprensión del término, la situación observada, al revisar libros y documentos especializados sobre el tema, es diametralmente opuesta, ya que de esta revisión, se podrían trazar, a lo menos, unas 200 definiciones de educación.
Es así como, por ejemplo, en algunas de estas se valora fundamentalmente el punto de vista filosófico, tratando de entregar una respuesta a lo que es educación a partir de la elaboración de un enfoque sistemático que toma en consideración a la metafísica y a la axiología. Otras, desde el punto de vista de la antropología, “La Ciencia que estudia al Hombre”, se centran en el concepto de hombre en su realidad como persona desde la perspectiva de las ciencias biológicas y socioculturales. De esta manera, diversas corrientes de pensamiento contemporáneo han influenciado el estudio de la educación.
A manera de ejemplo, una de las grandes corrientes del pensamiento contemporáneo como el Idealismo-Alemán, da origen a interpretaciones teóricas tan diversas como el Personalismo, el Existencialismo, los Socialismos, el Psicoanálisis, la Fenomenología, el Marxismo, la Lingüística y la Antropología para dar origen al Estructuralismo. Por otro lado la gran corriente del Empirismo, da origen al Transformismo, el Evolucionismo, el Pragmatismo, el Positivismo, el Cientismo, la Sociología, el Neopositivismo, la Epistemología. También derivan el Pensamiento Técnico, el cual origina la cibernética y la teoría de la Información.
Estas corrientes han influenciado el desarrollo de la Educación como Ciencia, desarrollado teorías sobre Calidad y Equidad en Educación, Contructivismo, las Teorías Marxistas, las Teorías del Microenfoque Interpretativo, la Teoría del Capital Humano, la Teoría de Sistemas, por nombrar los más representativos. Se agrega a esta situación, un fenómeno reciente el cual es el desarrollo de la Globalización. Esta a su vez ha influenciado el desarrollo de otros enfoques donde adquiere relevancia el considerar la sociedad actual como una Sociedad del Conocimiento tecnológico con grandes desafíos y posibilidades para el campo de la información.
Al respecto, un resultado directo de la globalización es la evolución de las telecomunicaciones y de las nuevas tecnologías, desarrollo que ha llevado al mundo a una sociedad abierta de información donde predomina el uso de la WWW o World Wide Web, fenómeno que está transformando la naturaleza de los productos y servicios entre los cuales se encuentran los educacionales. Así esta revolución de conocimiento tecnológico ha decantado en la comunicación instantánea, lo que incide en el desarrollo de las tecnologías mediáticas, las cuales continúan a un ritmo de expansión sin precedentes, afectando de manera definitiva el quehacer educativo que desarrollan las escuelas ya que impacta la forma tradicional de comunicarse entre profesores y alumnos, al igual que presiona para el desarrollo de instituciones educativas virtuales, pero también planteando el problema desde la perspectiva de: la velocidad del cambio del conocimiento y de la permanencia de las profesiones, y por ende del campo de trabajo en el futuro, todo lo cual plantea grandes desafíos a la sociedad.
EL PROPOSITO FUNDAMENTAL DE LA EDUCACION.
El autor de este trabajo adscribe al pensamiento de que la educación es un fenómeno fundamentalmente interno de la persona, es una respuesta a su necesidad intrínseca de su desarrollo y de evolución a su vocación ontológica de ser más. Esto es posible por cuanto:
El Hombre es una sustancia individual.
El Hombre es un ser creador, pensante e inteligente, capaz de razonar y de reflexionar, de actuar emocionalmente, volitivamente y espiritualmente.
El Hombre tiene una esencia dinámica, la cual, debidamente desarrollada y evolucionada, le permite considerarse como él mismo y proyectarse en ese gran desafío que constituye la vida, la cual podemos visualizar como el escenario del transcurrir y devenir constante del hombre.
El Hombre se trasciende a si mismo ya que por medio de su quehacer orientado por el rol central de lo ético, adquiere un direccionamiento definido.
A esto se debe agregar que la consecuencia práctica de la educación es la incorporación y desarrollo de conocimientos y capacidades en el ser humano para su supervivencia y realización en su vida individual y colectiva.
La Teoría de la Educación como disciplina científica, es consistente con este propósito fundamental de la Educación ya que su fin último es definido como el desarrollo de la inteligencia y del pensamiento del hombre. Por tanto esta teoría busca superar el error organizar la estructura y la función del proceso educativo en función de sus empleos apriorísticos supuestos ya que la imposición de obligaciones externas sobre las indagaciones del hombre, le provocan limitaciones que le impide a este desarrollar su capacidad de pensamiento.
En otras palabras el objetivo planteado por esta teoría no es funcional y su gran objetivo es el desarrollo de hombre como un ente que conoce, que desarrolla su pensamiento al nivel más alto que sus capacidades intelectivas, de inteligencia y pensamiento pudiera llegar. De este modo la educación se ocupa en posibilitar que el hombre adquiera nuevos modos de:
descripción,
investigación,
explicación,
razonamiento y
creación.
También trata de averiguar las maneras en que estos conducen al desarrollo de aptitudes y producen en cada hombre capacidades particulares. Así el pensamiento educacional reflexiona acerca de las maneras en que se producen, alteran, verifican y modifican en cualquier sentido los modos de ver la realidad porque este es el fundamento para aprender a pensar.
Indica Belth que la educación, en su carácter de estudio continuo y permanente, aparece como alternativa frente a toda táctica posible de adoctrinamiento, puesto que su propósito fundamental es más bien impartir un conocimiento que permita alcanzar verdades y nuevos significados, y aclarar las condiciones que dan a la experiencia humana su diversidad respecto de cualidades y alcances”.
A diferencia, en la Teoría de Sistemas , el objetivo fundamental no se visualiza como el desarrollo del ser humano, ya que su quehacer y fin se centra en la educación única y exclusivamente como un sistema educativo y de su funcionamiento.
Esto es, se considera a la educación como un subsistema social que como tal, recibe del conjunto de la sociedad, elementos humanos, materiales y funcionales que le son necesarios. Ejemplos palpables de estas «entradas» al sistema (inputs) son las leyes que, dictadas por el sistema político, regulan el funcionamiento de las escuelas, fijan las edades obligatorias de escolarización, determinan objetivos educativos a lograr, canalizan la participación de la familia en los centros escolares, controlan la titulación del profesorado, etc.; del mismo modo que fuera del subsistema educativo escolar, la sociedad también ofrece espectáculos, instituciones y medios de comunicación. Como contrapartida, el sistema educativo devuelve a la sociedad como acciones de salida (ouputs) los “productos” educativos elaborados: sujetos culturalizados que se incorporan al contexto social y acciones que colaboran al mantenimiento y dinamización cultural.
En el fondo la Teoría de Sistemas se caracteriza por que su interés principal es el sistema o sea la forma objetiva y peculiar en que un país planifica y desarrolla la educación de sus ciudadanos en un momento determinado de su historia a fin de formar sujetos que adquieran la cultura necesaria para que el sistema siga funcionando adecuadamente.
Aunque se plantea que la finalidad específica es conseguir metas de perfección, estas no se refieren fundamentalmente al ser humano sino a la perfección del sistema al cual se integra, a través de la educación, el “nuevo”ser humano entrenado funcionalmente. Así la educación puede ser considerada como un sistema de comunicación. La perspectiva comunicativa hace incidencia tanto a la relación de la educación con los restantes sistemas sociales como a la dimensión interna del sistema, a su dimensión como sistema cerrado.
Desde otra perspectiva se observa que Las Teorías de la Calidad y Equidad, forman parte de las teorías sistémicas y por tanto su primer objetivo no es el desarrollo del ser humano sino que su primer objetivo es la calidad de su forma de operar, a la cual deben tributar todos los participantes del sistema educativo, incluyendo los alumnos. Estas teorías participan de la percepción que se tiene de los sistemas educativos como sistemas formados por una gran cantidad de agentes independientes, de distintos tipos, interaccionando entre sí de múltiples maneras, a diferentes niveles organizativos y de acuerdo con leyes definidas. Desde el momento que la idea de “calidad” es derivada de las experiencias del entorno industrial-empresarial, está muy claro que el objetivo fundamental de la educación es el sistema el cual debe operar de acuerdo a los siguientes parámetros que son centrales para guiar la “educación de calidad”:
Liderazgo.
Planificación y estrategia: misión, visión, valores y dirección estratégica, así como a la forma en que estos se implementan en el Proyecto Educativo.
Gestión del Personal: utilización del máximo potencial de su personal para mejorar continuamente.
Recursos: gestión, conservación y utilización de los recursos.
Procesos: Identificar, gestión y revisión de los procesos y de medidas de corrección.
Satisfacción del cliente.
Satisfacción del personal.
Impacto en la sociedad.
Resultados: con respecto a la satisfacción de las necesidades y expectativas de los estudiantes, y de la comunidad académica en general.
Para la realización de lo anterior se requiere se cumplan las siguientes condiciones:
Enfoque: forma de encarar un problema concreto o de alcanzar un objetivo previsto o si la realidad descrita, está fundamentada, se cumple, previene errores y es revisada.
Despliegue: extensión del enfoque hacia todos los niveles y áreas de la organización, así como los procesos y servicios relevantes.
Magnitud–Alcance: Expresa el grado de cobertura y la relevancia de los resultados, o el impacto cuantitativo de la realidad descrita y la extensión de la realidad.
Se observa que los principios básicos de la Gestión de la Calidad son la orientación al destinatario, el mejoramiento continuo, la orientación a la calidad, la gestión basada en el proceso y el liderazgo.
La calidad va unida a la eficiencia interna de los sistemas educativos que se vincula a los elementos cualitativos de la estructura, el proceso y el producto de la educación.
V. García Hoz señala como aspectos característicos de la calidad educativa la “integridad” para que el proceso educativo se manifieste como algo completo; y la “coherencia”, que evitará la pérdida de la calidad entre una serie de elementos disgregados sin sentido. Finalmente considera la “eficacia” como indicación de que una actividad ha alcanzado el fin que persigue.
Lo indicado reitera del interés de esta teoría por los procesos.
Probablemente esta teoría podría ser aplicada con éxito a la Teoría de la Educación como disciplina científica de Marc Belth, ya que su adaptación podría mejorar la aplicación de ella a través de la verificación de los principios de: integridad, coherencia y eficacia. No obstante es claro que el objetivo de las Teorías de Calidad está orientado al funcionamiento total del sistema al cual pertenece el individuo que recibe la acción en calidad de “cliente”, connotando en esta palabra su derecho a ser atendido conforme a los estándares definidos como de calidad.
Otra crítica, desde la perspectiva de Belth, es que el hecho de determinar elementos que componen la acción de calidad de una educación, ya la está transformando en una acción estática y por ende produce el aislamiento y la fijeza que durante mucho tiempo han constituido factores importantes en el pensamiento acerca de la educación. Estima Belth, que una posición así, deja muchas interrogantes y por tanto se plantea la pregunta válida de que significa enseñar.
Esto se constituye en un obstáculo para la comprensión de la educación. Para que esto no se produzca, este modelo de Calidad debería determinar y analizar cuidadosamente las actividades pues esto es lo que determina una relación diferente a la cual se pasa desde el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es por esto que el proceso educativo debe verse como un refinamiento deliberado de las aptitudes y potencialidades de pensamiento y experiencia y esto debe estar presente en el modelo de calidad, lo que no se observa claramente.
Un cambio se observa en las Teorías de los Micro Grupos cuyo componente teórico se basa en una corriente conocida como Interaccionismo Simbólico .
Esta es una corriente de enfoque psicológico que nace bajo el nombre de Interaccionismo , alternativo a las teorías intrapsíquicas que están centradas en la personas.
Esta corriente de Interaccionismo se plantea como situacionista o sea centrada en la situación. Así se interpreta la conducta como función de un proceso contínuo de interacción entre la persona y la situación en que esta se encuentra. Se concede gran importancia a la percepción que el individuo, como agente activo e intencional, tiene de la situación o sea el significado psicológico de la misma.
En educación esta teoría ha entrado desde la perspectiva de la Sociología de la Educación y se ha denominado Interaccionimo Simbólico, para estudiar la interacción en el aula, los significados que los profesores y alumnos se asignan, los usos del lenguaje, etc. Es posible por tanto deducir que esta teoría se enfoca fundamentalmente en los procesos educativos, los cuales tienen como referente al ser humano, pero su objetivo fundamental no es contribuir al desarrollo de la inteligencia y el pensamiento de los seres humanos, tal como lo plantea la Teoría de Belth.
No obstante sus puntos de vista fundamentales aunque limitados, podría ser de utilidad para el desarrollo de la Teoría de la Educación como disciplina científica, ya que el Interaccionismo postula que:
Los individuos son activos y su característica principal es la reflexividad o sea la capacidad de asumir su propio punto de vista y el de los otros.
No obstante la Teoría de la Educación como disciplina científica va todavía más lejos, ya que no basta constatar que la característica principal de los seres humanos es la reflexividad, sino que esta hay que desarrollarla en forma activa a través del estudio y comprensión de los modelos del pensamiento. Esto conlleva una mayor profundidad que el asumir un punto de vista como lo plantea la teoría de los Microgrupos, ya que en la Teoría de Belth el “punto de vista” se convierte en toda una comprensión del mundo, de sus modelos puesto que se hallan implicados en el acto de pensar, se hacen accesibles a su deliberación y de este modo el ser humano va construyendo su conocimiento.
A diferencia la Teoría de los Microgrupos no habla de construir un conocimiento por desarrollo del acto de pensar, más bien se refiere a la orientación de la conducta social de los individuos que participan del acto educativo ya que considera que la sociedad es un producto de la interacción. En otras palabras la sociedad es producida, moldeada, mantenida y transformada por el acto de la interacción. No se refiere en ningún momento al acto profundo de pensar acerca del modelo sobre el cual se construye la sociedad, solo le interesa la conducta social, la cual se explica a través de la interpretación que el sujeto hace de si mismo y de la situación social en que se encuentra.
Como se aprecia esta teoría es superficial en cuanto al desarrollo de las grandes estructuras del pensamiento del individuo ya que lo único que le preocupa son los propios significados o interpretaciones que el individuo hace sobre su realidad, lo cual se considera decisivo en la conducta social del sujeto. Como es una teoría originada en la psicología, las interpretaciones que el sujeto hace de la sociedad son libres. Por tanto no son intelectualmente rigurosas como es lo que pretende la Teoría de la Educación como disciplina Científica, donde la educación trata de la relación entre los conceptos y las actitudes promovidas en los educandos y de los métodos de formación de conceptos como creaciones de la inteligencia, cualesquiera que sean los campos en que estos métodos lleguen a emplearse.
Desde otra perspectiva, también funcionalista, se ubica la Teoría del Capital Humano, propuesta por Schultz.
Funcionalista, porque esta teoría solo destaca que la educación no solo proporciona beneficios y satisfacciones a los sujetos sino que incrementa su capacidad productiva. En otras palabras el nivel educativo incrementa la productividad. Esto permite entonces considerar a la educación como una inversión y no como un gasto.
A diferencia, se observa que la Teoría de la Educación como disciplina científica tiene, en el centro de su quehacer al individuo, en contraste a la ideas de Schultz que tiene a la economía como centro del quehacer educativo.
Se debe recordar que, según Belth, no son las necesidades de una sociedad las que orientan la educación. Las necesidades de una cultura dada, no establecen la estructura y la función del proceso educacional. Solo constituyen una guía para encontrar un mejor empleo de aquello que, de hecho, no depende de las necesidades. Las necesidades son solo índices de la estructura de los acontecimientos. Por ello, a fin de que los seres humanos ejerzan autoridad en el desarrollo de los procedimientos educacionales, para nutrir el carácter moral de la vida en comunidad, tienen la obligación de descubrir la estructura de tal procedimiento. Esta es una tarea que requiere un esfuerzo máximo ya que si se yerra en esta tarea, se estaría impidiendo el desarrollo de la verdadera cualidad moral de la vida cuyo perfeccionamiento es su intención. Este es justamente la limitación de la Teoría del Capital Humano, ya que esta se desarrolla sobre un modelo económico sobre cuya base se organiza la acción educativa, de tal manera que los alumnos ni siquiera perciben o entienden el modelo sobre el cual se basa su educación, porque no se les enseña a pensar, sino que a aceptar y validar el modelo económico sobre el cual se apoya la teoría del Capital Humano. Es pertinente, del igual modo, recordar que Belth plantea la siguiente pregunta: ¿Todas nuestras elecciones tendrán que efectuarse sobre la base de creencias y conocimientos derivados solamente de la herencia social o de la búsqueda de un determinado campo de investigación? Si la repuesta a esta última pregunta fuese afirmativa, en este caso, formación de acuerdo a la Teoría de Capital Humano, Belth sostiene que estaríamos frente a un gran peligro, mucho más grande del que jamás hubiésemos imaginado debido al hecho de que las verdaderas creencias que tenemos y el conocimiento que deriva de nuestras indagaciones dependen de la educación recibida. Si esta educación fuera errónea, todo el bagaje estaría equivocado. Como dice Belth si la educación en si, deriva de su propia consecuencia, estamos en un círculo vicioso. O sea estaríamos formando el “hombre económico” muy distinto al hombre que sabe pensar e investigar sobre los modelos de realidad en los cuales se encuentra inserto y a partir de ello estructurar su acción en la sociedad. Con toda seguridad una educación que se basa, como en este caso en la Teoría del Capital Humano, forma parte de tendencias que solamente despiertan en el individuo la necesidad de sobrevivir económicamente dejando de lado la direccionalidad de la mente en la búsqueda de respuestas profundas como el sentido de la vida, ¿porqué estamos aquí en la tierra?, ¿hacia donde vamos?, ¿de donde venimos?
Es claro que teorías como el Capital Humano están destinadas únicamente a desarrollar un individuo que se ajuste a las necesidades de desarrollo y crecimiento de aquellos intereses que controlan la maquinaria económica de la sociedad.
Se observa la misma limitación en la Teoría Funcionalista de la Educación. Conviene recordar que esta palabra proviene del Latín functio, que significa cumplimiento, realización. Esta teoría se refiere entonces para designar aquellas acciones que defienden en uso de de la “función” como la manifestación externa de un objeto, en un sistema dado de relaciones. En educación se denomina Teoría Funcional de la Educación a aquella que hace descansar la estructura educativa sobre la idea matriz que el ejercicio de las funciones es la condición de su desarrollo. Por ejemplo Claparede sostiene que la educación funcional es aquella que pretende desarrollar los procesos mentales, no en cuanto a tales, sino en cuanto a su significación biológica y lo que suponen en su utilidad para la vida. Son entonces “las necesidades y los intereses” del niño en la tarea de lograr un fin, los que se utilizan por los educadores para despertar en él el interés por aquello que desea. Esta es la idea original del Funcionalismo el cual fue reemplazado por el Funcionalismo educativo como perspectiva dominante en la Sociología de la Educación, especialmente en el mundo Anglosajón. Este movimiento se concentra en el estudio de las relaciones del sistema educativo con otros sistemas de la estructura social, especialmente la economía, la estratificación (configuración de la sociedad según clases escalonadas) y la cultura.
Talcott Parsons resaltó la contribución del sistema educativo al mantenimiento del orden social, ya que la sociedad, para sobrevivir, necesita un consenso en los valores y creencias. En este contexto la función del sistema educativo es la “socialización”, en otras palabras la transmisión de la cultura común. De acuerdo a las áreas que se privilegien así también será la labor de la educación por ejemplo, preparar a fin de proveer los puestos para un tipo de economía globalizada, para lo cual el sistema educativo selecciona, prepara y califica para el mercado laboral. Uno de los inconvenientes serios de esta Teoría, se visualiza como la dificultad para conceptualizar lo que menciona como “cambio social” a la vez que al otorgar excesivo énfasis al consenso valorativo como medio para mantener el orden social, descuida el rol del “poder” y el “conflicto”. Esta Teoría es otro intento por dejar al ser humano, al Hombre, el ser más importante de la acción educativa, fuera de este rol de importancia, relegarlo a un segundo plano para privilegiar la estabilidad de la sociedad, ya que el eje de una sociedad o de un sistema social es el orden normativo, el cual regula las actividades colectivas e individuales de los miembros de la sociedad. Por esto, la socialización y la educación son los mecanismos fundamentales para lograr el consenso que permite el mantenimiento del orden social.
Este modelo funcionalista sería igualmente criticado por la Teoría de la Educación como disciplina científica, ya que ella establece el funcionamiento del acto educacional cuando este se identifica como el acto de nutrir al individuo para darle el poder de pensar. Esto se explica cuando uno se da cuenta que el proceso del acto de pensar no ocurre o se desarrolla estableciendo primero lo que ha de pensarse, como lo plantea el Funcionalismo Educativo, sino que todo el pensamiento es materia de investigación.
Lo que se descubre puede ser empleado de modo acumulativo, pero las características del pensar son independientes de ello. Así a la Teoría Funcionalista le preocupa como crear un consenso para mantener la sociedad funcionando, a diferencia la Teoría de la Educación como disciplina científica se interesa porque el alumno desarrolle la capacidad de análisis reflexivo, de examinar como la sociedad llega a un determinado estado de cosas y de que manera puede aquel conocimiento ser verificado a fin de seguir incrementando el conocimiento y la destreza necesarios para crear nuevos significados y relaciones.
Un gran punto de diferencia se observa con la Teoría Funcionalista de la Educación ya que adscribe una gran preocupación de logro de un consenso en los valores y creencias. Al respecto la Teoría de la Educación como disciplina Científica plantea también su preocupación acerca de la dimensión moral de la educación ya que como norma general toda disciplina científica descansa sobre un conjunto básico de reglas que le permiten realizar sus funciones específicas, o sea principios morales que funcionan como reglas para mantener funciones internas y que no pueden ser separados del carácter de la función de que se trata ni de los objetivos primarios por los cuales se realizan las operaciones. En tal situación, la teoría explica que es correcto afirmar que solo la educación tiene el deber de establecer sus propias reglas de operar, a diferencia de la Teoría Funcionalista de la Educación que establece que la sociedad determina sus reglas para operar, aplicables a la educación.
Por esto la Teoría de la Educación como disciplina científica plantea que la dimensión moral de la educación estaría dada por la obligación de perseguir sus objetivos internos rechazando las exigencias de cualquier tipo de presión exterior. En otras palabras la educación, que tiene con la sociedad una relación sumamente compleja, debe tomar en cuenta que sus consecuencias se manifiestan en la vida social de los hombres y debe contar con una completa libertad en el estudio mismo, sin que se atienda a los objetivos, necesidades y obligaciones que la sociedad le ha impuesto. Esto daría libertad moral a la educación, permitiéndole desligarse de algún sistema psicosociológico de normas dentro de cuyo contexto y en forma externa libros se califican de “inmorales” por ejemplo. Así la mejor definición de la obligación moral del estudio de la educación es aquella en la que se incluye su deber de investigar y exponer todo sistema de indagación y explicación, cualquiera sea quien lo emplee y en todo lugar donde lo efectúe.
Nuevas diferencias se encuentran entre la Teoría de la Educación como disciplina científica al compararla en su objetivo educativo fundamental con las Teorías Marxistas de la Educación.
De acuerdo a la formulación de Marx . El modo de producción de la vida material determina el carácter general de los procesos de la vida social, política, espiritual. De esta manera no es la conciencia de los hombres lo que determina su existencia, sino al contrario, la existencia social determina su conciencia. De este modo se origina una Teoría de la acción y de la conciencia humana, que postula que la acción humana no es totalmente libre ni está totalmente determinada. Los hombres deben hacer su historia en condiciones que ellos no han elegido. De igual modo se afirma que el contenido de la conciencia está determinado por las relaciones materiales de existencia.
Como la educación y la escuela forman parte de un amplio proceso de vida social, las teorías marxistas postulan que las principales funciones de la escuela son la reproducción de la ideología dominante, sus formas de conocimiento y la distribución de la capacitación necesaria para reproducir la división social del trabajo.
De lo anterior se deduce que esta Teoría es reduccionista, ya que las ideas de los hombres no tienen autonomía y solo reflejan la realidad material. Esto deja reducido al hombre a una posición de debilidad y desconoce totalmente sus capacidades intelectivas las cuales son independientes de su existencia social. Está probado que la inteligencia se encuentra distribuída en todas las capas sociales y por tanto su desarrollo es solo problema de equidad y calidad en la distribución de la educación.
Desde el punto de vista de su objetivo educativo fundamental, el objetivo de la educación sería, en una etapa de transición del capitalismo al socialismo marxista, reestructurar la educación para formar al nuevo hombre socialista. En una segunda etapa, una vez establecido el estado socialista marxista, la escuela actuará como una fuerza vital en la construcción de una nación sin clases, de una nueva sociedad donde no existirán diferencias de clases.
Una postura diferente lo constituye la variación socialmente inspirada con visión humanista y cristiana, aporte del Prof. Paulo Freire quien desarrolla los postulados de la Pedagogía Libertaria, donde la esencia de esta es la oposición a la dominación y la práctica de la libertad entendida como una condición necesaria de la educación. Esta libertad implica no intervenir ni ejercer presión sobre el niño, dejándolo que forme sus propios ideales y normas de vida. En el fondo lo que intenta Freire es romper la dicotomía teoría-acción a través de la unión entre su posición intelectual y su práctica social sobre una realidad concreta. Su trabajo educativo se orienta hacia el “pueblo” afectado por analfabetismo, subdesarrollo y dependencia, y el objetivo de la educación, es lograr que el “pueblo” pueda, a través de la acción, tratar de cambiar las condiciones económicas y sociales que se oponen al desarrollo del hombre.
Desde la perspectiva de la Teoría de la Educación como disciplina científica, se pueden inferir críticas diversas a la Teoría Marxista. La más importante es que el individuo tiene capacidades intelectivas intrínsecas y que no dependen del entorno, a menos que haya sido adoctrinado. También la Teoría de la Educación no puede ser derivativa, como lo plantea la Teoría Marxista, porque la teoría educacional debe ser independiente porque sino queda ligada y dependiente a los conceptos, limitaciones , metodologías de la Teoría de la cual depende y que es lo que pasa con las Teorías Marxistas de la Educación, cuyo centro principal se ubica en la crítica a la sociedad y de cómo el individuo puede ser funcional al logro del cambio de condiciones o relaciones de producción , a diferencia de la Teoría de la Educación como ciencia cuyo centro es el desarrollo de las capacidades de pensamiento y de inteligencia de la persona. Por tanto en la Teoría Marxista la escuela es la institucionalización de la teoría marxista, a diferencia en la Teoría de la Educación como Ciencia, el individuo y sus capacidades son ejes centrales de su quehacer ya que una vez que el hombre ha experimentado un modelo teórico en su mente e imaginación, tiene como camino la constitución y el uso de modelos en su variedad actual y posible, examinar sus efectos en las experiencias de los hombres y los nuevos pensamientos que posibilitan. A diferencia, la observación del funcionamiento de los sistemas marxistas deja en evidencia que una vez que se concreta la consolidación del régimen, este no acepta disidencias. Aplicado a la escuela esta debe considerar la educación solamente como una manera de seguir adoctrinando al alumno en la teoría marxista de la cual depende su existencia, negando las capacidades de indagación y pensamiento libre que le asiste a cualquier persona, como también negando la posibilidad de cambio y crítica del modelo del cual depende la educación. En todo caso ya se ha visto el colapso del comunismo soviético con su énfasis en la empresa estatal y la industria pesada, con una educación orientada hacia dichas metas, la cual, entre otros problemas, no pudo competir con la economía electrónica mundial. El control ideológico y cultural en el que se basaba la autoridad política comunista no fue capaz de sobrevivir a una era de medios de comunicación global. Significa esto que lo medios de comunicación abrieron nuevas ventanas, nuevos modelos de análisis para todos aquellos que vivían en esos regímenes, y el efecto fue que se desarrollaron nuevos pensamientos e ideas, generando una presión de cambio.
Desde el punto de vista de las ideas de Belth, esto es lo que debe pasar cuando el hombre se abre a la comprensión del modelo y de otros modelos consiguiendo de este modo su libertad personal para desarrollar su pensamiento e inteligencia plasmándolos en nuevas respuestas de vida.
EL SIGNIFICADO GENERAL DE LA EDUCACIÓN.
Lo anterior muestra claramente las influencias ideológicas y teóricas que afectan el quehacer de la educación. Desde la perspectiva de la Educación como disciplina científica, la educación supone:
La presencia de una finalidad, ideal, objetivo, etc. que oriente el proceso en su totalidad. La educación no es un proceso al azar o descontrolado. Esto la diferencia del mero acontecer social, biológico, psicológico, etc. y por tanto no puede ser explicada desde la perspectiva de dichas ciencias. La finalidad de la educación le otorga su intencionalidad. El principio básico es que esta intencionalidad, que en principio se encuentra en el educador, debe ir siendo asumida consciente y progresivamente por el educando, siendo de este modo el educando, el autor de su propio desarrollo.
Los estudios del Belth son importantes en este sentido por cuanto su trabajo constituye un esfuerzo serio para sentar las bases científicas de la educación como disciplina. Lo hace fundamentalmente a través de la pregunta ¿Cuál es la esencia intrínseca de la educación? Su respuesta es que la materia fundamental de la educación es el modelo según el cual se halla organizado el conocimiento a través del cual este se transmite y se extiende.
Por tanto la base científica de la educación estaría en descubrir la estructura de los procedimientos educacionales, conociendo el funcionamiento de la educación en cuanto esta se identifica como la acción de desarrollar en la persona la capacidad de pensar.
Desde esta perspectivas la Teoría de Belth, hace referencia a un perfeccionamiento u optimización que hacer valer más al hombre al elevar su nivel de pensamiento, de inteligencia y por ende de determinación o libertad porque le permite alejarse-desvincularse-distanciarse de las respuestas y liberarse de los estímulos, pudiendo proyectar, elegir o decidir su conducta antes de realizarla, lo que supone un factor de control y previsión de consecuencias.
También hay que considerar que la educación es un proceso gradual que permite desde cada nivel alcanzado aspirar/elaborar los siguientes de suerte que en el proceso educativo se resuelve la dialéctica producto-proceso lo cual debe ser tomado en cuenta por todas las teorías.
Por tanto la educación es un proceso integral que se refiere y vincula a la persona como unidad y no a dimensiones o sectores de ella. Es la persona, como unidad total, la que se educa y no sectores parciales de ella. La parcialización de la educación ha determinado que lo central del ser humano que es su inteligencia y pensamiento, junto a la voluntad consciente, hayan sido muchas veces relegados a un segundo lugar, lo que se observa claramente en todas las otras teorías a la cual se han comparado la Educación como Ciencia.
A manera de conclusión final emerge el gran punto idealista el cual es que debe ser el propio hombre quien se capacite finalmente para desarrollar su destino, ideal que parece alejarse cada día más de la posibilidad humana, a menos que la sociedad despierte ante una nueva realidad de devolver su lugar de importancia al ser humano como la materia prima más importante de todos los países. En esta situación, los educadores tenemos la gran responsabilidad de entender las dimensiones y propósitos implícitos en el quehacer de las teorías educativas, emergentes y anteriores, las cuales pueden resultar de gran utilidad cuando el gran objetivo de la educación necesita estar en consonancia con los propósitos de desarrollo humano, base del desarrollo social. Esta tarea es urgente y necesaria en el siglo XXI donde las fuerzas basadas en el desarrollo económico parecieran querer tomar control no solo de las actividades humanas, sino que también provocar un alejamiento de la verdadera función humanista de la educación.
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